El cubismo es uno de los estilos artísticos más influyentes del siglo XX, que rompió radicalmente con la antigua tendencia del arte de intentar crear la ilusión de un espacio real tridimensional desde un punto de vista fijo en el lienzo bidimensional de los cuadros contemporáneos. Este nuevo estilo se caracterizó por romper los modelos estéticos que se enfocan en valorar plenamente la perfección de las formas.
Los artistas y el arte cubistas, de hecho, enfatizaron la naturaleza bidimensional del lienzo en lugar de crear la ilusión de profundidad. Lo lograron al no usar la perspectiva y usar el tono (luces y sombras) de una manera diferente. Al descomponer los objetos en diferentes planos, los artistas mostraron diferentes puntos de vista al mismo tiempo, en el mismo espacio, sugiriendo así su forma tridimensional al tiempo que apuntaba a la planitud bidimensional del lienzo.
Este movimiento puede ser considerado como el pionero en distinguirse por incorporar el imaginario industrial en las obras. La inserción de una nueva perspectiva permite tratar las formas de la naturaleza por medio de figuras geométricas, fraccionando líneas y superficies para expresar lo que los artistas tenían en su interior y romper con la perspectiva tradicional de plasmar el arte.
Origen del cubismo y su expansión
El auge del cubismo se dio en 1907 con el lienzo Las damas de Avignon del pintor español Pablo Picasso. Esta obra se distingue por presentar influencias visibles de esculturas y pinturas africanas del postimpresionista francés Paul Cézanne. El escultor francés Georges Braque fue también el fundador de este movimiento junto con el famoso Pablo Picasso. Ambos impregnaron en sus obras características que marcaron el hito primordial de esta expresión artística.
En 1908, el crítico de arte francés Louis Vauxcelles acuñó el término cubismo después de ver los paisajes de Georges Braque, que había pintado emulando a Paul Cézanne. Vauxcelles identificó las formas geométricas en las obras altamente abstractas como «cubos». Cézanne, que ya pintaba cosas desde puntos de vista ligeramente diferentes, es sin duda visto como el precursor del cubismo.
Los artistas también se inspiraron mucho en otras fuentes, como el arte primitivo africano y otras fuentes no occidentales. Picasso se inspiró particularmente en las máscaras tribales africanas altamente estilizadas y no naturalistas. En general, los artistas buscaban representar el mundo y sus perspectivas individuales y sociales sin tener un enfoque en con la estética de las cosas de una forma determinada.
Características principales del cubismo
Con el cubismo tendremos un tratamiento geométrico de las formas de la naturaleza. Así, comienzan a ser representados por los objetos en todos sus ángulos en un mismo plano, constituyendo una figura en tres dimensiones. Predominan las líneas rectas, modeladas básicamente por cubos y cilindros, dada la geometrización de formas y volúmenes. Esta técnica que renuncia a la perspectiva, así como al «claroscuro», provoca una sensación de pintura escultórica.
A nivel conceptual, el cubismo puede considerarse como un arte que privilegia el ejercicio mental como forma de expresión de ideas por parte de los artistas contemporáneos latinoamericanos. Esto permitió e impulsó una mayor abstracción sobre los atributos estéticos de la obra, al tiempo que rechaza la idea del arte como pura imitación de la naturaleza. Cabe mencionar que este estilo deja a un lado las distinciones entre forma y fondo o cualquier noción de profundidad.
En las obras se pueden distinguir como los detalles se suprimen y, a veces, el artista finaliza representando el objeto por un solo aspecto característico. Temas como el bodegón urbano y el retrato que ya eran utilizados con anterioridad, surgen como recurso por parte de los artistas cubistas para experimentar y crear a partir de las particularidades de este aspecto. Los colores sugerentes son eliminados y se emplean tonos pictóricos apagados como los grises, verdes y marrones.
Es importante mencionar que con el paso del tiempo, la paleta de colores se fue ampliando y usando más tonalidades en las obras artísticas. Por otro lado, las obras resultantes eran de difícil comprensión a simple vista porque no tiene un referente naturalista inmediato y la percepción es intrínseca de la misma. Los cuadros contemporáneos de este movimiento cobran autonomía como objeto independiente de lo que representan y plasman.
Los motivos favoritos de los artistas impulsores e influenciados durante el período del cubismo fueron las naturalezas muertas con instrumentos musicales, botellas, cántaros, vasos, periódicos, naipes, el rostro y la figura humanos. Cada uno adoptó perspectivas múltiples que permitían representar todas las partes de un objeto desde un mismo plano. Esto impulsó a que cada obra tuviera su exégesis para una mayor comprensión por parte de los novatos del arte.
Cubismo y ciencia
A principios del siglo XX se produjo una admirable convergencia de conocimientos e intereses de diversos campos del saber. En ese momento, el arte se pondrá, especialmente con el cubismo, en línea con las investigaciones científicas de vanguardia que se dieron en la física y la geometría. Fue un proceso por romper con todo aquello que representaba lo tradicional e impulsaba la libertad en diferentes ámbitos.
Cuando el cubismo rompió con siglos de prioridad en el uso de la perspectiva en la representación pictórica, terminó desembocando en las nociones geométricas de hiperpoliedros y multidimensionalidad. Esto permitió a los artistas cubistas formular un concepto espacial sin precedentes hasta ahora, a saber, la «cuarta dimensión”. Muchas obras estaban altamente relacionadas con la teoría de relatividad formulada por Albert Einstein.
Cubismo analítico y sintético
El cubismo se desarrolló en dos fases distintas: cubismo analítico y (más tarde) cubismo sintético. Se considera que el arte del cubismo analítico se desarrolló entre 1908 y 1912. Los cuadros contemporáneos se ven severos y se componen de un entrelazado de planos y líneas en tonos apagados de negros, grises y ocres. Esta paleta simplificada se eligió para no distraer al espectador de la estructura de la forma y la densidad de la imagen en el centro del lienzo.
El arte del cubismo sintético es la fase posterior del cubismo, que data de alrededor de 1912 a 1914 y se caracteriza por formas más simples y colores más brillantes. El cubismo sintético comenzó cuando los artistas cubistas comenzaron a usar texturas y patrones en sus pinturas y a experimentar con la forma del collage. Esta inclusión de objetos reales en el arte fue el comienzo de una de las ideas importantes en el arte moderno, trabajar con objetos ya existentes (confeccionados).
El período cubista en Latinoamérica
Desde finales del siglo XIX, diversos países latinoamericanos se vieron sumergidos en diversas problemáticas sociales porque estaban viviendo distintos cambios políticos y económicos. Con el cubismo, los artistas durante el arte contemporáneo mexicano encontraron la oportunidad de poner en práctica la ruptura del arte tradicional que estaba involucrado en el ambiente académico para apoyarse en las revoluciones estéticas europeas y plasmar la realidad latinoamericana y mexicana.
Los diferentes artistas latinoamericanos que pertenecían a las diversas clases sociales buscaban a través de los distintos movimientos emergentes representar por medio del arte, las transformaciones sociales de las cuales ellos eran testigos y de cierta manera, estaban involucrados como el caso de Diego Rivera. Este experimento tuvo un gran atractivo entre los amantes del arte y los inexpertos porque veían reflejado como se estaba evolucionando a un arte moderno y un cambio social.
El cubismo y la política en México
Al hablar de arte, se está hablando de política porque con el surgimiento de diferentes movimientos artísticos que pretendían desligarse de lo tradicional, estaban reflejando los cambios políticos que se estaban presentando. Las críticas que plasmaron los artistas en cada una de sus obras tenían como propósito principal el generar un despertar social en las personas, educar para que se vieran involucrados en el arte y no fuera un aspecto ajeno a ellos.
Una vez se da la caída del dictador Porfirio Díaz y con el surgimiento de la «revolución” y la guerra civil, los artistas mexicanos como escultores, grabadores y pintores expresaron clementemente la necesidad de plasmar el arte con un enfoque social y hacerlo portavoz de las realidades que estaban viviendo. Diego Rivera, es el impulsor de este movimiento en México. En sus cuadros contemporáneos se podían observar elementos diferentes con un toque político, con el objetivo de darlo a conocer a un pueblo indocto.
Una vez el pueblo podía tener el conocimiento por medio del arte, entender su realidad y la importancia de ser agentes transformadores de cambio, podían ser impulsores de la construcción de una conciencia social y política a nivel nacional. El propósito de cada uno de estos artistas era resaltar la importancia y la función del arte en una sociedad que se encontraba en diferentes transformaciones trascendentales.
En la actualidad, el arte sigue estando vigente y los artistas siguen teniendo el objetivo de plasmar críticas sociales que generen un despertar en los individuos. En Aura Galerías podrán encontrar los cuadros contemporáneos que han marcado la historia y los que se encuentran vigentes por esos nuevos artistas que están plasmando las realidades en sus obras. Si desean más información o adquirir una de estas maravillosas obras, les invitamos a que nos llamen al (55) 5282 4833.